Los sueños bien luchados se hacen realidad. Hoy pasamos por momentos difíciles a nivel mundial, el COVID-19 nos ha transformado hábitos llevándonos a lo básico, devolviéndonos a lo tradicional. Esa capacidad de reinvención nos remite a ese lazo histórico que proyecta la esencia de una empresa caracterizada por su capacidad de salir adelante, de luchar y no rendirse. Una empresa que refleja con trabajo duro la fortaleza de esas grandes familias colombianas de toda la vida.
Esto es Ojara, tradición y familia, una empresa que nace hace 42 años cuando el señor Oscar Jaramillo, operario en Coltabaco, dejó fluir su capacidad como negociante, cuando dio rienda suelta a ese don artístico que le permitió abrir puertas. Época en que Antioquia se encaminaba a ser potencia textil y con la energía de suplir necesidades de diferentes clientes, pasando por plastiflechas y bolsas, brillo la oportunidad de producir la necesidad más grande, los ganchos.
Plástico con conciencia
La primera inversión del esfuerzo se dio hace 28 años, una inyectora que llegó acompañada de historia. Esa que le permitía al operario hacer micro sueños, no tan micros, mientras se agrupaban los ganchos para meterlos en un costal y empezar a distribuirlos. Esa que materializó el sueño de crear una empresa sólida que permitiera a sus empleados crecer, que creyera en las capacidades de quienes están al pie del cañón y también se diera el gusto de encontrar talentos afuera para sumarlos a este libro de más de cuatro décadas.
Su constante evolución, su conciencia frente al medio ambiente y sus esfuerzos por construir futuro, se fusionan en la capacidad de superar circunstancias complejas y reinventarse. Sí, como empresa, pero empresa hecha de humanidad como recicladores del conocimiento, la experiencia y la bondad.
Es reconfortante escuchar a esta familia, ahora de 190 miembros. Llena de valor saber que en pleno siglo XXI, donde la tecnología ha dejado un poco al lado ese sentido humano, todavía queda un legado de conciencia y apoyo, de familia. El legado del señor Oscar Jaramillo es latente. Ahora, en emergencia mundial, se siente más que nunca. Esta es una empresa de calidad por naturaleza.